DevOps es una de las tendencias clave que están emergiendo en el mercado del software 3.0 local y latinoamericano. Gustavo Lugo, DevOps y Business Manager de la consultora Cleverit nos da luces de esta tendencia que está cambiando el paradigma del mundo TI.
Una amalgama de “Desarrollo” y “Operaciones”, “DevOps” se instala en tiempos de la denominada “4ta revolución industrial” como una estructura organizativa donde las prácticas y la cultura adecuadas permiten un desarrollo ágil y rápido con operaciones escalables y fiables, lo que redunda en variados beneficios para las compañías.
“DevOps trata sobre la cultura de las organizaciones”, comienza explicando Gustavo Lugo, ingeniero que lidera los negocios y el despliegue de DevOps en la consultora chilena Cleverit, la que desde hace 7 años se instala en el mercado TI desarrollando proyectos DevOps en clientes tan diversos y desafiantes como WOM, Banco Security, Metro de Santiago o ChileCompra, entre otros.
“DevOps es una forma de trabajar que involucra a personas, productos y procesos, donde las personas empiezan a trabajar de una manera distinta a la que habitualmente lo habían hecho, para obtener resultados diferentes, con un trabajo colaborativo, sin competitividad entre equipos y enfocado 100% en los objetivos y no en los procesos”, dice Lugo.
Estas prácticas de colaboración y automatización permiten alinear a los equipos de desarrollo y operaciones para que tengan una mentalidad única sobre la mejora de las experiencias de los clientes, respondiendo más rápido a las necesidades del negocio y asegurando que la innovación se equilibre con las necesidades operativas y de seguridad.
“Desde el punto de vista de los procesos, DevOps permite disminuir o eliminar el waste o el desperdicio dentro de la cadena del proceso de una empresa, donde hay diferentes equipos, como Finanzas, RRHH y TI. Gracias a esta metodología, se reducen los procesos manuales innecesarios dentro del negocio de una compañía y, con ello, se mejoran los tiempos de los equipos involucrados”, explica Lugo.
“Por ejemplo, con uno de nuestros clientes logramos reducir el tiempo de uno de sus procesos críticos de desarrollo de 3 meses a 3 semanas. Eso finalmente significa menores costos, mayor eficiencia y mejores márgenes para la empresa”, añade el ingeniero.
El despliegue del DevOps permite a los equipos de desarrollo estandarizar las plataformas, seguir un proceso de desarrollo ágil y participar en iniciativas impulsadas operativamente. Para los equipos de operaciones, significa apuntar a una mejor estabilidad, reducir costos y mejorar la capacidad de respuesta.
Dentro de las acciones que ejecuta Lugo y el equipo de Cleverit en su estrategia de desarrollo con sus clientes, destaca el enfoque en el Lead Time y Process Time, los que en palabras de Lugo “son fundamentales; el primero permite ver el tiempo completo de cómo un proceso se ejecuta y, el segundo, monitorear en tiempo real la ejecución, lo que nos permite medir realmente los resultados y mejorar los procesos. Esto genera un valor al negocio, ya sea un cliente interno o externo, entregando una nueva versión de un producto que dará mayor productividad a la organización”.
En el foco cultural, con DevOps se abarcan a las personas y los procesos, lo que, mediante diferentes técnicas, busca romper el paradigma actual de trabajo, cambiando la mentalidad de los equipos de diferentes departamentos, dando a conocer a esos usuarios los nuevos hábitos y prácticas que mejoren sus procesos de trabajo.
“En lo tecnológico se busca que esos equipos entiendan los beneficios de mejoras de tiempo y aumento de calidad de trabajo que pueden conseguir utilizando DevOps, demostrando pequeñas ganancias semana a semana o mes a mes”, dice Lugo.
Industrias como la banca, telecomunicaciones y el retail ya están adoptando estas metodologías y está comenzando a hacer ruido en la minería, pues el ROI que se consigue es tangible, no sólo en lo técnico, sino que también en el capital humano y colaborativo.